A veces hay costumbres
que no son tan fáciles de desarraigar y justo eso nos está pasando.
Fueron muchas las cosas
que tuvieron que quedarse del otro lado, porque no es solo la familia, los
amigos, la universidad, sino que la comida también forma parte de esa lista,
porque los primeros días son encantos tras encantos al probar las ricas comidas
que hay acá, eso no se puede negar, pero cuando se va un día tras otro dices,
ya va… y mi arepa, mi queso, mi vaina, ouch dura realidad.
Así comienza esta
historia:
Había una vez…
Mentira jaja
Nuestro personaje
principal es la AREPA. Venezolano que se respeta extraña la arepa ¿o no? Y es que… ¿Cómo no extrañarla? Todos
los días estaba ahí en nuestro plato, siendo la compañía de nuestros desayunos,
quizás almuerzos y por que no la cena, la combinación perfecta, la harina pan
en definitiva es la protagonista, porque no es solo la arepa, no podemos dejar
a un lado las empanadas y los bollitos, pensar que la hemos sustituido por un
pan que aunque quiera hacer la misma función llega a un punto donde se vuelve
aburrido, cosa que con la arepa no pasa, al menos a nosotras… ¡es tan rica!
En los supermercados de
Argentina no está y no por escasez, sino porque simplemente no se vende, en mercado
libre si la venden, pero te cortan la cabeza y por lo pronto no podemos darnos
el gusto.
Otro de nuestros
personajes, porque así decidimos llamarlos. Es el queso, ese quesito llanero,
queso telita, queso e´mano, clineja y acá mismo incluyamos el suero, sépalo que
solo en Venezuela se consigue.
Y eso no es todo, siguen sumándose
personajes a lista, porque hay muchos que aman las chucherías y les informamos
por si no lo saben que es lo que aquí no hay: samba, susy, cocosettes,
chocolates carre, cricri, chocolate con leche, galak, ovamaltina, nucita, cheese
tris, pepito, las chupetas bon bon bum, Torontos, boleros, pin pon, palitos,
pirulin y flips, son muchas y capaz se nos están olvidando otras más pero las sumaremos
si las recordamos.
Y de ultimo pero no por ser
el menos importante, es la bebida, siempre tan dañinas pero tan ricas, como la
frescolita, una Golden, el refresco de piña, de uva, la mazanita, el nestea, la
malta (de la Polar), claro en este punto hasta la regional es buena. La
refrescante agua de coco y entre las más pesadas pero deliciosas, está la
chicha y las cocadas, la lista sigue creciendo y pensar que comenzamos con la
arepa.
Por lo pronto dejémoslo hasta
aquí, aunque no podemos despedir esta entrada sin decirles que caraota tampoco
hay, bueno se puede conseguir pero no en cualquier lado, toca buscar y buscar
bien.
Ahora sí, nos vemos en
una próxima entrada.